La Pequeña Italia, un rincón lleno de encanto en Nueva York

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Así es, pequeña y fácil de conocer. Con un ambiente totalmente italiano. Siempre repleta de turistas de todos los rincones del mundo.

Por su gracia y encanto natural, La Pequeña Italia – The Little Italy – te enamora cuando la conoces. Un sector al que debes ir cuando te dirijas al Bajo Manhattan.

Origen del Nombre:

Antiguamente la comunidad de italianos inmigrantes que llegó a Nueva York, se concentraba en este sector al sur de Manhattan. Lo que fácilmente nos lleva a imaginar y comprender la razón de su nombre.

A mediados del siglo XX, con el crecimiento y desarrollo de la ciudad, los italoamericanos se fueron dispersando hacia otras áreas fuera de Manhattan.

Inicialmente La Pequeña Italia no era tan pequeña como lo es hoy.

En el pasado este barrio comprendía las calles Elizabeth, Mott y Mulberry, al norte de la Canal Street, y áreas cercanas.

El desplazamiento de sus residentes a otros sectores trajo como resultado una marcada disminución del barrio. En su lugar la comunidad China fue ocupando los espacios que los italoamericanos fueron dejando, lo que explica que entre una calle y otra se llegue, sin darte cuenta, al igualmente famoso y muy turístico, Chinatown.

Lo que hoy se conoce como La Pequeña Italia, se limita solamente a la parte de la calle Mulberry, entre Broome y Canal Street.

Sin embargo, la esencia de aquellos días ha perdurado con el pasar de los años.

Sin duda alguna, es uno de los barrios más populares y turísticos de la ciudad.

Gastronomía Italiana:

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Image Credit: Flickr/m01229

Si hay algo que se destaca notablemente en La Pequeña Italia es su oferta gastronómica.  Por todos lados huele a comida.  Más que una invitación para entrar, es una provocación al paladar, difícil de resistir.

Una variedad increíble de restaurantes, siempre llenos, se despliegan en sus calles. Pegaditos uno al lado del otro. Todos con un ambiente muy familiar, con ese toquecito auténticamente italiano.  Una forma divertida -y deliciosa- de transportarse rápidamente a un pedacito de la bella Italia.

Si logras encontrar una mesa disponible al aire libre, cuando el clima lo permite, sentarte a disfrutar sus deliciosas comidas, con sabor auténtico de Italia, será inolvidable.

En horas de almuerzo muchos restaurantes ofrecen unos especiales más que especiales, con vinito y toda la cosa, a unos precios fabulosos. Claro que no todos son taan económicos, por lo que resulta una buena sugerencia ver los menús expuestos al frente de cada local.  Así tendrás una idea más clara de lo que te vas a encontrar en cuanto a precios.

La Fiesta de San Genaro:

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Image Credit: Flickr/Susan Sermoneta

Cada año, en el mes de septiembre, las calles de La Pequeña Italia se ven atiborradas de turistas que participan de esta celebración religiosa, una de las más concurridas y antiguas de la ciudad.

Aproximadamente unos tres millones de personas visitan el pequeño barrio para estas fechas.

Esta fiesta, que dura once días, se realiza entre las calles Houston y Canal. El último sábado y domingo de septiembre se lleva a cabo la procesión anual de San Genaro.

De la Iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo, parte la procesión con la imagen del santo. Esta iglesia es tan preciosa, que no te la debes perder. Aprovecha la oportunidad para conocerla. Te erizará la piel.

La Catedral de San Patricio:

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Image Credit: Flickr/Raffaele Esposito

No voy a confundirte con la famosa Catedral de San Patricio, ubicada en la Quinta Avenida.  No.  Ésta es otra, y más antigua aún, pues data de 1815.

Si te animas a visitarla, debes dirigirte al 263 de Mulberry Street, muy cerca de la calle Prince y la calle Lafayet.

Aunque menos famosa, por su antiguedad e historia, y todo lo que representa como lugar de oración, bien vale la pena conocerla.

La Pequeña Italia y el Cine:

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Image Credit: Flickr/Britt-knee

Y es que parece que todo Nueva York se luce, aunque sea un ratito, en la gran pantalla del cine. Y este pequeño lugar no es la excepción.

En la exitosa e inolvidable película, El Padrino, una de las calles de La Pequeña Italia fue utilizada para una escena de la aclamada filmación.

Si eres de los que vuelan su imaginación con facilidad, visitar la calle Mulberry, entre Canal Street y Broom Street, te será un encanto, ideal para que te imagines junto a los grandes de la «cosa nostra».

La Catedral de San Patricio -la de este barrio- también fue escenario de esta gran producción cinematográfica.

Como verás, La Pequeña Italia, aunque pequeña, pequeñita, sí que tiene lo suyo.

Vas, comes sanamente, te desconectas de todo, y con la imaginación te vas hasta Italia.  Te tomas todas las fotos que quieras, te imaginas con los mafiosos de Vito Corleone y comitiva, y luego visitas las iglesias, incluida la Catedral de San Patricio, y te haces a la idea de que formas parte de una de las escenas de la película.  ¿Qué más?  Pues no está nada mal para ser tan pequeña y fácil de conocer.

Como verás, septiembre es un mes muy recomendado para visitar La Pequeña Italia. Un rinconcito de la Gran Manzana donde puedes pasarte el día en completa tranquilidad, nada de ambientes mafiosos o cosas por el estilo, eso se queda sólo en la película y nuestra imaginación.

Y tú ¿ya la conoces? ¿Qué te pareció?

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