Nueva York está que tiembla ¡pero de frío! Donde quiera que vayas todos hablan de esto.
Para esta semana los reportes del clima llegan a asustar. Con temperaturas máximas que estremecen tanto como las mínimas, y debido al factor viento, tendremos temperaturas de hasta ¡14 grados bajo cero! Una mezcla de lluvia, nieve y fuertes ráfagas de viento nos tiene a todos titiritando de frío. Las ramas de los árboles se agitan con intensidad, a la vez que lanzan ese sonido tan particular semejante a un silbido.
Sin embargo, Nueva York vibra a cada instante, aunque se estremezca de frío. Nada la detiene. Los turistas igual salen a recorrerla de arriba a abajo, felices con sus fotos de la ciudad cuando se viste de blanco, logrando imágenes como sacadas de una postal. Mientras no se toquen los extremos, todo fluye como si nada.
Claro que un desastre natural ya es otro tema.
En invierno, como ahora, una nevada fuera de serie la paralizaría. Ya ha sucedido. En estos casos se paraliza el transporte, y como consecuencia, muchos establecimientos comerciales se ven obligados a cerrar sus puertas, ya que el personal no tiene forma de movilizarse, siendo que la mayoría suele vivir en áreas lejanas. Y una cosa lleva a la otra, es una cadena de detalles.
Pero excepto algunos casos, a Nueva York no la frena nada ni nadie. Con temperaturas increíblemente frías vemos las calles repletas de cuerpos temblorosos, casi adoloridos, pero entusiasmados conociendo la ciudad o simplemente cumpliendo con sus deberes laborales de cada día.
Aunque Nueva York tiene muy marcada sus cuatro estaciones, no son pocos los que opinan que su invierno es demasiado prolongado, llegando a sentir la llegada del verano como un sueño muy lejano.
Mientras tanto, la realidad es ésta y hay que tomar medidas de precaución para llevar los días de la mejor manera posible.
Precauciones para resistir el intenso frío
Cuando el frío es muy intenso sientes que te cala hasta los huesos, la sonrisa se te congela y si los pies se te enfrían demasiado ya no sabes si estás tocando el suelo o flotando ¡casi no se sienten! Por ello hay que prestar atención a cada detalle, pues todo cuenta.
Es muy importante cubrir nuestras extremidades. De manera que antes de salir, asegúrate de llevar tu abrigo más efectivo. Guantes, gorros o sombreros, orejeras, bufandas, medias y zapatos o botas adecuadas para la lluvia o nieve, de manera que no traspase ninguna humedad hacia tus pies. Eso duele.
Por supuesto, ropa interior térmica y vestidos cuyo material te mantenga la piel calentita. De paso, no te olvides llevar contigo siempre un buen ungüento para tus labios, la resequedad a causa del frío y del viento los llega a romper ¡y hasta sonreir duele!
Los que viven en climas similares lo saben bien, pero los turistas que vienen de climas cálidos -especialmente cuando lo viven por primera vez- pueden fácilmente llevarse una sorpresa, y nada agradable por cierto.
Algo con lo que hay que lidiar en estos días son los cambios de temperatura drásticos que tenemos dentro y fuera. Es decir, en la calle mucho frío, pero en casa, establecimientos comerciales, oficinas y todo tipo de transporte, la calefacción te sofoca con el tremendo y pesado equipo de protección que cargas encima. Ah sí, porque lo pesado nadie te lo quita. En mi opinión, parecemos un astronauta…al menos así me siento yo.
Claro que siempre tienes la opción de quitarte el abrigo y algunos accesorios más cuando entres a algún local, especialmente si sabes que vas a permanecer allí un buen rato, como bien puede ser una cafetería o restaurante.
Un buen café o chocolate caliente
Nada mejor para el frío. Y si te gustan mucho, entonces estarás de acuerdo conmigo y seguro los disfrutarás. Están en todas partes.
Aún cuando hay quienes aseguran que para quitar el frío lo mejor es tomar algo frío, yo no me aventuro mucho y me voy por lo seguro, y un capuccino, por ejemplo, me toca el alma. ¡Me encanta! Y además, sentir el calorcito de la taza entre tus manos ¡no tiene precio!
Así como nada es bonito con hambre, con frío extremo tampoco. De manera que no hay por qué pasar páramos. Como decimos a los niños «barriguita llena, corazón contento», y encima bien abrigaditos ¡felices todos!
Finalmente, algo que te puede suceder durante tu visita en invierno, es tener la oportunidad de tomarte algunas fotos en un Central Park, por ejemplo, un día sin nieve y al otro día todo cubierto de blanco. ¿Te imaginas? ¡Qué belleza!
Por mucho frío que esté haciendo igual amarás a Nueva York, y siempre recordarás con ilusión la deliciosa sensación que te produjo haberle dado ese «mordizco» a La Gran Manzana.
¡Saludos desde Nueva York!